UNA MUERTE INESPERADA


La mayoría de nosotros pasamos la vida planeando cada detalle de nuestras vidas, sin imaginar que un solo detalle la puede cambiar por completo. Durante nuestra vida acumulamos todo tipo de riquezas, ya sean; joyas, propiedades, coches, casas, dinero, entre otras cosas. Olvidando lo corta que puede ser la vida, los padres trabajan mucho para darles a sus hijos lo que necesitan y muchas veces olvidan lo más importante. El tiempo que tenemos en esta vida es muy limitado, nunca sabes que espera el día de mañana.
Somos como piezas de ajedrez en un tablero gigante que cambia continuamente, ya no los distraigo más les dejo la historia.

Esta historia se sitúa a las orillas del Ganges en la india, un señor de unos 50 años de edad. Salió a trabajar como todos los días a sus labores de campo en un terreno cercano, el señor toda su vida había la había pasado trabajando en el campo. Tenía una esposa, dos hijos y una pequeña casa de madera, su hijo el mayor tenía 15 años, su hija la menor de 10 y un bebe en camino.

Su hijo tenía el sueño de convertirse en profesor de historia. Su hija quería ser enfermera para ayudar a los enfermos. El padre contaba con poco dinero por lo cual no quiso mandarlos a la escuela diciendo no tenemos dineros para lujos como esos. Motivados por su madre los niños comenzaron a estudia a pesar de la indiferencia del padre. Este siempre se esforzó para conseguir el mejor rendimiento de sus tierras pero no obtuvo los resultados que deseaba, incluso se vio obligado a vender parte de sus tierras a otras personas del lugar.

El señor le gustaba mucho trabaja sus tierras, trabajaba de 8:00 am a las 5:00 pm todos los días de la semana. Lo que nunca vio venir fue una tormenta, esta ocurrió durante mientras él trabajaba. Comenzó como una brisa cualquiera pero se convirtió en una tormenta con rayos y truenos, el señor con miedo corrió a ocultarse entre los árboles. Lo que no pensó fue que los arboles atraen los rayos, se colocó debajo de uno y un rayo lo alcanzo, murió instantáneamente en el lugar y no fue hasta que paso la tormenta cuando lo encontraron su cadáver.

El fantasma del señor se hizo presente lamentándose su muerte, le hubiese gustado pasar más tiempo con su familia y menos en el campo. Su tiempo en la tierra había llegado a su fin, su arrepentimiento no significo nada. Viendo a su familia destrozada llorando por su muerte sintió impotencia, coraje y tristeza. Los hijos quedaron realmente devastados por el hecho de perder a su padre a tan corta edad.

Moraleja nunca dejes para mañana lo que puedes hacer hoy, el mañana puede nunca llegar por eso debes vivir cada día de tu vida como si fuera el ultimo. Pasa más tiempo con tus seres queridos y diles cuanto los amas mientras estés vivo porque después será demasiado tarde hacerlo.



NADA ES LO QUE PARECE EN ESTA VIDA


Estamos acostumbrados a juzgar a la gente por la forma en la que viste pero no siempre son lo que aparentan. Hay un viejo dicho que dice “no juzgues a un libro por su portada” o también hay otro “aunque la mona se vista de seda, mona se queda”. Porque les digo esto por la siguiente historia trata sobre apariencias engañosas.

Nuestra historia comienza en un pueblo del viejo continente europeo las personas de este lugar trabajaban con mineros en mina de carbón, la escuela solo estaba permitida para los que podían pagarla. Ellos eran la clase media, el pueblo se dividía en dos sectores en el norte la clase rica y en el sur la clase pobre. En el pueblo existía una familia poderosa cuyo poder provenía de la mina, es decir la mina era su propiedad.

La familia empleaba casi el 70 por ciento de los hombres del pueblo y el 30 por ciento restante se ocupaba de las labores de campo, las mujeres se dedicaban únicamente a las actividades de la casa. Juan hijo mayor de una familia de 7 integrantes, caminaba un día por las calles en busca de un empleo. Dado que el sueldo de su padre era insuficiente para la comida diaria de la familia.

Toco varias puertas pero solo bastaba que dijera que no tenía experiencia para que le cerraran la puerta en la cara. Maldiciendo su suerte después de tocar en al menos 10 casas se decía así mismo esta será la última casa, si no me dan trabajo tendré que pedir trabajo en la mina. Toco a la puerta para ver quien salía, pasaron unos minutos hasta que salió una mujer de unos 30, vestida con ropa costosa, robusta, mirada seria, ojos negros y peinada con una trenza de lado.

Chico: buenas tardes señora! Vengo a preguntar si tiene trabajo para mí

Señora: buenas tardes chico! Si tengo un trabajo pero necesito saber si sabes leer y escribir.

Chico: si señora se leer y escribir perfectamente y de que es el trabajo?

Señora: es trabajo es fácil tendrás que escribir cartas con amenazas dirigidas a las personas que yo te diré.

Chico: porque la amenazas si no es mucho indiscreción

Señora: yo le presto dinero a la gente que lo necesita para resolver sus problemas pero a cambio ellos me pagan el 40 por ciento más. Algunas de las veces se quieren pasar de listos conmigo y no quieren pagarme.

Chico: cuando empezaría a trabajar?

Señora: primero necesito probarte, toma este lápiz y una hoja de papel para que escribas una carta amenazante. Mañana mismo me la traes y según lo que escribas yo te diré si te contrato o no.

Chico: a qué hora debo venir con usted?

Señora: por la tarde chico y ahora vete para tu casa.

El chico dedico la tarde a escribir la carta se esmeró mucho para hacerla lo más intimidante posible. Escribió todas las amenazas que había escuchado de la gente que conocía, la carta decía así:

Estimado señor(a)

Le escribo la siguiente carta para pedirle de la manera más atenta para que usted cubra la deuda que tiene. De lo contrario me veré obligado a tomar medidas más severas embargare su casa y todo lo que posee, tendría mucho cuidado si fuera usted lo accidentes suelen pasar, le quitare lo más quiere en la vida, lo seguiré aunque se mude de la ciudad, mandare a gente que hará lo que sea hasta que pague su deuda. Sobre advertencia no hay engaño, así que si omite la advertencia aténganse a las consecuencias.

                                                       Atentamente    

Al otro día el chico regreso a la casa de la señora para mostrarle la carta, ella vio la carta y la leyó, le dijo al chico no está nada mal tienes talento para amenazar. Estas contratado empiezas hoy toma esta lista de nombres para escribir las cartas, te daré una moneda por cada carta así que tú sabes si te apuras. La lista tenía muchos de los vecinos de los vecinos del chico, pues él vivía en un barrio pobre. El chico se apresuró para escribir todas las cartas en el menor tiempo posible, escribió a personas que conocía de toda la vida y si le resulto difícil en un comienzo.

Las personas que recibían las cartas decían que clase de persona puede escribir algo así, acaso no tienes corazón. El chico al escuchar esos cometarios sentía remordimiento pero no podía dar marcha atrás, necesitaba el dinero para su familia. La rutina siempre era la misma todas las tardes solía ir a la casa de la señora, si bien la señora lo trataba con total indiferencia siempre le pago a tiempo.

Los años pasaron y el chico gano toda la confianza de la señora, se volvió su mano derecha en el negocio. El chico podía llevar más dinero a casa lo que lo hacía más feliz, pese al dinero que ganaba sentía una culpa que lo invadía desde el fon de su corazón. Cierto día que el chico regresa a casa de la señora después de haber hecho un mandado, la encontró sentada en un asiento. Le hablo para decirle que tenía listo su encargo. Ella ni siquiera se movía o hacía en intento, se acercó para ver si aún respiraba pero parecía haber muerto hace varios minutos.

La señora nunca se casó o tuvo hijos pero dejo órdenes para que todos sus bienes pasaran al chico. En el pueblo se empezó a hablar de la señora pues en todos los años que vivió nunca había sido amable con nadie, el chico lo sabía perfectamente por eso se sorprendió cuando lo supo. Se encargó de los gastos de entierro de la señora, además de perdonar todas las deudas de los que debían. Su familia se mudó a la casa de la señora y sus hermanos pudieron asistir a la escuela. Su padre pudo renuncio a la mina y se dedicó a trabajar las tierras que su hijo heredo, el chico puso su propio negocio de jardinería para ganar dinero. Siempre le habían gustado el aroma de las flores recién cortadas por la mañana, rento un pequeño local en la ciudad para ello.