LA LEYENDA DEL COCO

El descubrimiento del nuevo mundo trajo a gente tanto buena como mala, muchos de ellos venían en busca de hacer fortuna tras la llegada de Cristóbal Colon y sus hombres a colonizar México en ese entonces llamado nueva España. Algunos lo perdieron todo viéndose obligados a vagar, la fortuna resultaba solo una ilusión para la mayoría de ellos y los que tenían suerte de hallarla en el peor de los casos se terminaba. Quedando pobres sin lugar donde dormir en una tierra extraña a la suya, paralelamente comenzaron a haber desapariciones de niños en esa época y cuyo paradero siempre fue un misterio a los indígenas del territorio. 

Aunque el hecho de ver desaparecer a muchos de los suyos, puso en alerta a los pobladores del territorio para explorar todas las posibilidades y permanecer en alerta para cuidar de sus familias, así fue como empezaron a atar los cabos sueltos. Los resultados no se hicieron esperar en los días posteriores, tal fue su indignación al descubrir tan horrorosa situación tenían entre las manos y el culpable resultara ser un extranjero masacrando a niños para comerlos. Indignados de los hechos lo condenaron a la horca por sus acciones de maldad, después de acabar con su vida la paz regreso pero a un alto costo y las almas pudieron descansar pues se hizo justicia a su asesino que juro volver de la tumba.

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Samuel un niño de 10 años de edad, de apariencia menor a lo normal, cabello negro oscuro, ojos cafés, alto, delgado y su comportamiento daba mucho que desear en ocasiones. Su madre trabajaba el día entero quedando al cuidado de la abuela, ella cuyas creencias en lo paranormal se entendían generaciones atrás y las usaba en el nieto para obligarlo a hacer sus actividades diarias. Particularmente en las noches que se reusaba a dormir temprano, ella le contaba sobre coco que se llevaba a los chicos mal portados y nunca más se volvía a saber de ellos pasando años. Sammy de cariño para los conocidos, no creía en esas tonterías de gente supersticiosa, aunque más de una vez creyó escuchar ruidos en el armario cerrado y lo atribuía a su imaginación dejando a un lado la leyenda del coco.

Muchos de sus amigos le decían son puras tonterías esos cuentos, invitándolo seguido a jugar con ellos en el parque cercano y echar retas de futbol a donde asistían todos los vecinos del lugar. Andrés de apariencia similar con dos años más le aconsejaba ignorarlos, contándole como su madre siempre le decía lo mismo sobre el hombre del costal y hasta ahora nunca le había pasado nada de nada.

Andrés: son solo estupideces de gente sin quehacer

Samuel: empiezo a cambiar de opinión al respecto

Andrés: si sigues llenándote la cabeza de locuras, te dejare de hablar!

Samuel: en serio lo harás?

Andrés: no es broma brother solo decía

Samuel: creo haber escuchado ruidos en mi armario hace varios días

Andrés: nadie podría vivir en un espacio tan reducido esperando en la oscuridad, tranquilamente el momento de meterte a un costal y sacarte a escondidas para llevarte a quien sabe dónde. Los monstruos son inventos de los mayores con la idea de provocarnos miedo, mismo que utilizan para que hagamos cosas que de lo contrario no haríamos y salirse con la suya pero eso hace mucho no funciona en mí.

En eso fausto los interrumpió con una noticia reciente, quien solía estar muy bien informado de todo lo que pasaba ahí y no siempre eran noticias malas por lo pacifico de la zona. La mayoría de la gente estaba acostumbrada a la tranquilidad, eso sin mencionar la falta de jóvenes en la zona y el número de parejas mayores con visitas ocasionales de sus nietos.

Fausto: podría ser solo cuentos pero Damián desapareció el martes

Andrés: vamos está intentando llamar la atención de sus padres

Samuel: que han hecho los papas?

Fausto: ellos lo habían castigado ese día encerrándolo con llave y aun así este se escapó pero no se llevó ninguna pertenencia consigo

Andrés: seguro se fugó por la ventana

Fausto: viven en un edificio el 10 piso si lo hiciera se mataría saltando

Ignorando la presencia de su perseguidor en las sombras viéndolos, escuchando cada palabra, prediciendo el siguiente movimiento de ellos y esperando se encontraran en un lugar solo para llevárselos a su escondite. Los chicos cansados de discutir se echaban a correr a sus casas, sammy se empezaba a cuestionar la noticia de la desaparición de Damián y llegando a su hogar le conto a su abuela sobre ello. Esta no sabía cómo explicarle sobre la existencia del coco, obviamente solo le usaba para atemorizarlo en las noches y siempre existieron rumores de niños perdidos porque los robaron.

El coco no le pondría las manos encima a fin de cuentas era un historia, misma que llevaba cientos de años siendo usada para hacerlos obedecer y nunca nadie pensó el personaje en realidad pudiera existir en el mundo. Hay muchas leyendas basadas en hechos reales pero otras son fantasía, igualmente sería imposible rastrearlas hasta la raíz de origen y ella le decía debes portarte mejor porque podrías ser el siguiente en desaparecer. Solo que uso un tono de broma quitándole parte de su preocupación, después lo mando a lavarse las manos para servir la comida y pasando por su habitación creyó volver a escuchar un ruido en el armario.

Obviamente lo atribuyo a su imaginación como lo hizo en el pasado, entro al baño agachándose para limpiarse la cara, escucho un susurro y esta vez pudo escuchar su nombre seguido de un silbido fuerte en canción. Eso indudablemente le puso la piel chinita para salir corriendo, grito fuerte pidiendo auxilio a su abuela que soltó el plato y este se quebró en el piso esparciendo los pedazos.

Sammy: abuela auxiliiiio! Socorro sálvame……!

Abuela: ya voy hijo

Sammy: por favor te necesito

Abuela: espérame mijo 

Ahí en una esquina del baño temblando de miedo estaba el acurrucado, tapándose los ojos atemorizado de su terrible experiencia con la cara llorosa y diciendo no me lleves te juro me portare bien a partir de ahora.

Abuela: hijo levántate no hay nadie aquí

Sammy: el coco viene por mí

Abuela: vamos tranquilízate no existe en verdad

Sammy: pero lo que dijiste antes

Abuela: son puros cuentos de mis padres

Sammy: pero escuche ruidos en el armario y un silbido en mi cuarto
Abuela: te estas sugestionando cariño

Sammy: y mi amigo entonces?

Abuela: seguro solo se escondió de los padres

Sammy: no te creo nada

Adela pensaba en su infancia como sus padres le hablaron de coco, tal vez los monstruos pueden existir en la vida real pero donde y como protegerse de una leyenda. Pensó en hablar con el sacerdote de la parroquia porque sammy nunca mentía. Quizás la casa estuviera maldita pues tenía años en venta, su hija la consiguió a un precio bastante por debajo de lo normal en la zona y la cuestionaba haber aceptado traerlos a vivir en lugar desconocido por trabajo. María laboraba como lo hacía siempre ignorando lo sucedido con sammy, este se reusaba a dormir en su cuarto solo esperando a ser raptado y posiblemente terminaría siendo comida de un monstruo en la oscuridad.

Adela le costó mucho hacerlo volver a la cocina a comer, prometiendo dejarlo dormir unas noches con ella en su habitación y mencionarle a su madre todo lo acontecido en la tarde. Esa noche la madre llego cansada del trabajo solo a cenar, se acostó a dormir pero ahora los ruidos la despertaron y pensando se trababa de sammy le dijo vuelve a la cama hijo son horas para descansar.

El coco estaba haciendo de las suyas pero María lo confundía, viendo no le hacía caso de callarse entro a su cuarto para silenciarlo y sorpresa no había ninguna persona acostada en la recamara. Sin embargo unos ojos blancos se alcanzaron distinguir, estos solo fueron visibles unos segundos desapareciendo en las sombras y el ambiente se tornó frio como si la ventana estuviera abierta durante el invierno. La abuela dormía plácidamente en la habitación vecina, igualmente sammy pero María no dijo nada del hecho y se volvió a recostar en su recamara sin darle mucha importancia. Había tenido un día muy cansado por ello simplemente lo dejo ahí, un incidente aislado relacionado a todo su estrés acumulado y la falta de horas de sueño por las horas extras para pagar la casa.

Al día siguiente la abuela preparaba el desayuno para su hija y nieto, mientras le contaba el hecho sucedido la tarde de ayer y esta le echaba la culpa con sus historias de miedo, omitiendo su experiencia vivida en carne propia.

Abuela: ayer le han dado el susto de su vida a tu hijo en el baño

Madre: sabes mama tu tienes la culpa por tus historias

Abuela: eso no es cierto pero sabes que nada es real y aun así lo encontré en el piso del baño muerto de miedo como si viera visto el diablo.

Madre: los espantos no existen en el mundo real

Abuela: lo sé pero tu hijo vio una cosa en el baño

Madre: ya está grande como para creer en tonterías

Abuela: hoy iré a la iglesia por consejo del padre

Madre: si eso te hace estar más tranquila ve ahí

Sammy dudaba de las palabras de ambas pero se mantenía callado, lo que había visto no fue su imaginación por eso no quería estar solo y se mantendría alejado de su habitación en ausencia de su abuela. Después de desayunar se marchó a la escuela con sus compañeros, ahí el coco no se atrevería a robarlo porque no hay armarios de ropa y camas donde esconderse de la luz de día, pensamientos de un chico que no conocía el mal. La abuela no perdió el tiempo para alistarse en su cuarto, ahora le toco a ella escuchar sonidos en la recamara de su nieto y supuso dejo encendida la radio que le compro su madre de cumpleaños. En su intento de comprobar su teoría se topó con la puerta cerrada, resulto raro pues su nieto la dejaba siempre abierta y ella no recordaba en ningún momento haberla cerrado.

Tuvo que recurrir a su juego de llaves para entrar, el ambiente se sentía tenso como si le observaran y la vibra negativa le rodeaba pero los ruidos pararon por completo. Entonces por la espalda una mano le empujo hasta caerse en el suelo, seguido del mismo silbido que le contaba a su nieto hacia el coco y solo provoco se acelerara su corazón pues el coco no podía existir. Quizás repitió tantas veces su nombre en voz alta por su nieto, eso no importaba existía un ser viviendo en esa habitación a quien desconocía y se levantó para salir corriendo pues su familia podría morir. Tras su infortunado encuentro con el coco se fue a la parroquia, durante el camino se convencía de la locura que representa su incidente y como reaccionaria el padre frente a semejante locura de su parte. Quien hacía confesiones a sus creyentes en el confesionario, donde te metes a decir todos tus pecados para arrepentirte del mal y ser perdonado con la esperanza de tener la conciencia limpia de nuevo.

Cuando llego a la iglesia el padre despachaba el último de la mañana, sonriendo a la preocupada Adela con una cara de angustia y terror casi como si adivinara el motivo de su visita. Le saludo con la mano y le ofrecía ayuda al mismo tiempo.

Padre: buenos días Adela! No te veía desde la semana pasada

Adela: buenos días padre! Disculpe pero he estado ocupada con mi nieto

Padre: a juzgar por tu expresión necesitas mi ayuda con algo

Adela: así es padre pero no sé cómo decirlo sin parecer una loca

Padre: estas en la casa de dios por eso no debes temer de nada

Adela: usted conoce la leyenda del coco

Padre: si he escuchado de ella porque?

Adela: esta mañana creo que le vi en la habitación de mi nieto

Padre: el hombre que tú dices murió hace muchísimo tiempo

Adela: me temo que no es cuento por eso vine aquí

Padre: podría echar un vistazo a esa casa tuya si gustas

Adela: seria de mucha ayuda porque no soy la única quien lo vio, mi nieto me dijo que lo quiero llevar consigo dentro de su costal y solo lo tengo a él con mi hija.

Padre: vamos en este momento

Adela: sígame

El camino se hacía eterno con cada paso que daban los dos, el coco no le importaban en absoluto las visitas de personas indeseables e igualmente había logrado llevarse a dos niños de la ciudad en la noche. Aunque nunca lograba satisfacer su hambre de almas, el sufrimiento de sus víctimas le causaba mucho placer con gritos y suplicas de dejarlos a cambio de portarse bien pero nada lo frenaba. Siglos de oscuridad en las tinieblas le dieron fuerza y poder, además de su sed insaciable de venganza por su cruel muerte y el fuego del infierno torturando su espíritu en las profundidades de averno. Donde todos los condenados son enviados para purgar crímenes, mismos que cometieron en vida pero no alcanzaron a enmendar el mal y él había logrado a hacer realidad las últimas palabras en la horca.

El padre se sinceraba con Adela sobre la realidad del coco, contando un poco del origen pasando por la deformación de la leyenda y terminando por nuestros días con hechos totalmente distintos a los ocurridos. Estábamos hablando de 400 años en el pasado a una época diferente, donde la justicia se tomaba en tus propias manos o simplemente te podías quedar de brazos cruzados viendo con impotencia.

Padre: tú sabes cómo empezó la leyenda del coco?

Adela: a ciencia cierta no conozco mucho de ella pero mis padres decían se lleva a los niños buenos en un costal y tiene un silbido característico, así como que viste ropa vieja con un sombrero de palma y usa zapatos rotos.

Padre: estas en lo correcto pero la realidad estas más de eso, originalmente se trataba de un extranjero en busca de fortuna y cuando se quedó sin recursos, tomo una decisión abominable a la vista de cualquiera y buscando sobrevivir rapto a niños para consumir su carne.

Adela: si era un hombre real porque lo cuentan a los niños para darles miedo

Padre: tras décadas la gente olvido la verdad de las víctimas, así como el hecho de haberle asesinado en un árbol gigante y se volvió parte de las historias contadas por los antepasados. Aunque siempre existió el temor de su regresar de la muerte, pues se rumoraba tenía un pacto con el diablo para volver y continuar sus fechorías como un ser sobrenatural para alimentarse de almas.

Adela: supongo que las desapariciones deben tener cierta verdad

Padre: entonces te has enterado de ellas

Adela: es un mundo pequeño en el que vivimos pero me lo dijo mi nieto 

Padre: si existe un monstruo en tu casa debes salir de ahí sin pensarlo

Adela: mi hija duda de mis palabras pero seguro desea lo mejor para su hijo
Padre: espero no sea demasiado tarde

Al llegar a casa se veía normal de afuera a excepción de un detalle, la puerta principal estaba abierta como si viera sido dejada así a propósito y pensó en la posibilidad de su hija tomando la tarde libre para descansar. Hace 5 años más tal vez menos desde su mudanza a la casa, trabajaba sin interrupciones para darle a su hijo lo que necesitara y la pagaba superaba por mucho las inconveniencias en el traslado. Adela comenzó a gritar en la entrada a su hija para avisarle de su regreso, el padre solo veía el sitio pero nada le parecía extraño a simple vista y pidió ver la habitación del nieto donde supuestamente se escondía el coco. Esta se encontraba subiendo las escaleras a la izquierda, frases escritas con sangre fresca le recordó su caída y todavía más el silbido aumentando conforme se acercaba a la recamara.

Frase como nadie puede contra mí, soy el origen de la maldad, tú serás el próximo en mi camino, morirás más rápido si te resistes, la oscuridad es más fuerte que la luz, las batallas contra mí son inútiles…

Padre: después de todo no son alucinaciones hija como vez!!

Adela: sería feliz si solo fuera mi imaginación

Padre: ten fe en dios que es salvación y justicia para los malos

Adela sujetaba entre sus manos un rosario bendito, una biblia para darse valor de continuar al lado del padre y este besaba su cruz bendita, recitando oraciones en voz alta para espantar al coco y obligarle a salir de la morada. Frente a ellos se mostraba por primera vez el ser más temible, un olor desagradable a mugre y carbón se hacía presente y detuvo en seco su silbido. Hace mucho había olvidado usar sus palabras, su mirada de furia desmedida en su cara con muecas de enojo y dientes chuecos amarillos, deformados con el tiempo y cabello enredados hasta el hombre. el padre se aferraba a recitar sus oraciones con la cruz y amenazándolo, arrojo agua bendita pero le hacía retorcerse al contacto y entonces paso lo impensable…

Coco: veo que no has podido permanecer callada por mucho tiempo

Adela: monstruo maldito no permitiré te lleves a mi nieto

Coco: ustedes dos contra mi parece un batalla perdida

Padre: te equivocas tenemos a dios como refuerzo en el cielo

Coco: cientos de almas encontraron el fin conmigo

Adela: eso no importa pues no dejaremos de luchar contra ti

Coco: yo pensaba mujer en dejarte vivir si te mantienes a un lado

Padre: un ser de oscuridad no tiene derecho a matar inocentes

Coco: tarde o temprano ustedes caerán ante mí

Sammy quien volvía a casa estaba a punto de caer en una trampa, el padre seguía haciendo intentos pero sus oraciones no tenían fuerza y el coco se reía en su cara por sus acciones infructuosas. El nieto término por entrar a la casa porque lo dejo el coco, ahora el tenia las cartas del triunfo en las garras pero un descuido y la abuela se salió para advertirle del peligro en la casa. Tomaron aceite consagrado de una vieja botella y un cirio iluminando el lugar, la luz debilitaba sus poderes y el rosario fuera lanzado contra él. Esta vez recitaron sus plegarias los tres con las ventanas rompiéndose y las paredes se agrietaban como si hubiera un sismo, el coco se vio obligado a marcharse pero volvería pues la venganza es dulce. Había perdido la batalla pero la guerra estaba lejos de acabar, el padre estaba agotado espiritualmente por eso se desmayó en el suelo y feliz de haber ahuyentado un enemigo poderoso en la historia de la iglesia.

Solo quedaba un cosa por hacer tras la lucha con el coco, mudarse de ahí pero más importante sería quemar el inmueble para evitar su regreso y María se reusó por el dinero invertido para remodelarla. La seguridad de su madre estaba en peligro y su hijo, quien podría haber sido la víctima de un despiadado ser inmortal y vengativo, le abrieron los ojos de la verdad que estaba olvidando. El padre de sammy murió por dedicarse de tiempo completo a sus sueños, fue presidente de una compañía a consta de perderse los mejores momentos con su familia y ahora ella estaba repitiendo la historia por querer comprar una vida mejor. Si quería hacer las cosas bien sería correcto empezar de nuevo, aprender de esta inusual pero educativa experiencia para unirse y dar gracias por mantenerse de pie y fuertes.

Sammy nunca volvió a ser el mismo… la abuela dejo de repetir cosas sin pensar…
El padre aprendió que necesitaba más conocimientos…
Adela tomo las riendas de su destino…

Moraleja:

La oscuridad encierra muchos misterios inexplicables para el hombre, mismos que deben ser enfrentados con valor y fuerza en nosotros mismo pero sobretodo confianza. La oscuridad siempre será débil de comparación a la luz, quien luchara de nuestro lado solo si superamos el miedo y elegimos luchar en vez de correr.









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