La avaricia es un mal que
persigue a todas las personas, un mal que hace a las personas egoístas y ciegas
de la miseria a su alrededor. Inician por algo pequeño hasta llegar a un punto,
donde solo les importa ellos y son indiferentes al sufrimiento de sus
semejantes. Aunque posean muchas cosas car como coches, joyas, casas, fama,
dinero y salud al final del día sienten un vacío que los devora lentamente.
Tratan de llenarlo con objetos materiales que muchas veces no necesitan pero
aun así los tienen, olvidándose de convivir con las personas y se vuelven
arrogantes por tenerlo todo.
Sin embargo con el tiempo se
dan cuenta que las personas que los rodean, solo quieren sacar algún provecho
de ellos y cuando los dejen están más solos que un perro.
Ser exitoso en un mundo tan
competitivo como el actual no es sencillo, algunas personas tienen que hacer
muchos sacrificios y aun así su camino no llega a ser seguro. Los continuos
obstáculos en la vida de una persona nunca desaparecen, las decisiones que
tomemos al respecto influyen mucho y la actitud puede cambiar el giro de las
cosas. Juntarse con las personas correctas, fijarnos una meta clara, no
traicionar nuestros ideales, cambiar la forma de pensar y adaptarnos al
ambiente.
Mario Cortez gustaba de
tener cosas caras que la mayoría de las personas no podían, nunca había sido un
problema para él y prácticamente compraba lo que quería. El dinero nunca fue un
impedimento, su familia tenía una vasta fortuna producto de una empresa de su
abuelo y los diferentes negocios que manejaban. Había estudiado en las mejores
escuelas del país, poseía un coche del año, varias novias, su actitud hacia los
demás era pésima y se creía el centro del universo. Trabajar no formaba parte
de sus planes a largo plazo, cuando mueran mis padres me dejaran todo el dinero
continuamente se repetía así mismo todo lo que debo hacer es sentarme a
esperar.
Por ahora solo me preocupare
por divertirme, pasar momentos agradables, tener ligues ocasionales, llenarme
de cosas caras, encontrar nuevas formar de gastar mi dinero y librarme de todo
este estrés. Últimamente mis amigos no están conmigo mucho tiempo, necesito
buscar nuevos compañeros y hacer una celebración enorme por mis 18 años. La
oportunidad perfecta para festejar mis cumpleaños será este fin de semana,
tendrán un viaje de negocios porque tiene planes y existe la posibilidad de
adquirir nuevos terrenos. Recuerdo escucharlos sobre un nuevo centro de investigación,
tal vez logre conseguir un par de días libres y hare algo tan grande que será
difícil de olvidar.
Aprovechare el uso de las
tecnologías para enviar las invitaciones, todos los contactos del Facebook
recibirán la suya y espero tener chicos que gusten de pasarla bien. Comprare un
equipo de música con mucha potencia, bebidas alcohólicas de varias clases,
botanas de todas las marcas, rentare juegos, traeré bailarinas para animar la
fiesta, un pastel de varios eslabones y antorchas para la noche. Solo actuare
normal con nada sucediera para no levantar sospechas, así mis padres no se
alertaran o podrían cancelar su salida para viajar, seria horrible estar
castigado.
Hubo una ocasión que resultó
un fiasco total con la policía, término siendo arrestado con esposas ante los
invitados y todo por la maldita denuncia anónima de un vecino. Esta vez no será
tan sencillo de descubrir, sobornare todos los vecinos de ser necesario y les
daré cualquier cosa para mantenerlos callados. La semana empezó sin nada raro,
su papa se fue a la oficina en su limusina y su madre asistió al club como
acostumbraba. Por su parte el aprovecho para contactar unos viejos conocidos,
salió a un café con la idea de disfrutar un rato y distraerse de su aburrida
rutina diaria.
Por la noche salió a un
antro en la ciudad de los más frecuentados, se acercó a un grupo de jóvenes de
su edad y sacando un fajo de billetes pago las cuentas de todos los presentes. Todos
le agradecieron con brindis seguidos durante su estancia allí, estaba rodeado
de gentes de todos los tipos y estratos sociales de la zona. No podía negar que
gozaba ser el centro de atención, las continuaban su curso con ello los chicos
se iban y el salón se veía más amplio con las parejas saliendo. Cerca del
amanecer no quedaba nadie para hacerle compañía, la soledad se apoderaba de sus
pensamientos y las emociones se hacían difíciles de controlar.
Momentos como esos solo
quedaba una opción para recurrir, llorar hasta que todo su dolor desapareciera
o bien se pudiera dormir en su fría cama abrazando su almohada. Esa soledad que
le quitaba sus ganas de vivir, su fuerza se veía doblegada, su impotencia se
volvía un problema y no veía uno solo de los amigos que tenía. Martes salió
fuera de la ciudad a ver una chica que conoció en internet, seguro tendrían un
faje en un hotel y nunca volvería a saber nada de ella. Se reunirían en un
centro comercial del centro, verían una película, comprarían algunas cosas y
hablarían de sus gustos. La ansiada hora de encuentro llego con Brenda, así
decía llamarse por internet y se vistió con ropa nueva especialmente comprada.
Subió en su coche para
conducir hasta el centro comercial donde la vería, ella tenía varios minutos esperándola
con gran impaciencia y pidiendo que no fuera más grande. Antes había tenido
situaciones donde se citó con otros chicos pero ellos resultaron ser mayores,
aunque tuvo la suerte de salir lastima de ahí. Internet para conocer gente
puede ser de gran ayuda pero no siempre resulta ser lo que quieres, aun así no
puedes desconfiar porque las cosas pasan por algo en la vida. Cuando llego al
centro comercial se vio cara a cara por primera vez, sonrieron los dos con solo
tocarse de las manos.
Conversaron sobre sus
gustos, sus hobbies, sus intereses, el clima, sus familias y hallaron ciertas
coincidencias con su forma de ver la vida. Resulto ser distinto a todo lo que había
visto en el pasado, ninguno de los dos sugirió sexo y pues disfrutaron de su
grata compañía mutua.
Después de una agradable
tarde en compañía se despidieron, ofreció llevarla a su casa o pagarle un taxi
para que no le pasara nada y ella se resistió pues no quería dejar una mala impresión.
Termino ganando la discusión por qué le hizo trampa, regreso a su casa con una
sonrisa y durmió cómodamente sin preocupación alguna. El fin de semana sus
padres se retiraron dejándolo a cargo, su fiesta la realizo hasta más tarde
para estar seguro y llamo a todo el mundo para celebrar en grande. Había mucho
ruido imposible de no molestar a los vecinos, solo que eso lo había previsto
con anterioridad y con dinero les pago para cerrarles la boca.
Mario no sabía pero la chica
de la otra vez vino acompañada de una amiga, aunque la vio hasta que por
accidente tropezaron y le derramo una bebida sobre la blusa. Se disculpó con la
chica por no ver donde caminaba, la llevo a su cuarto para tratar de limpiar la
manche y ella se sorprendió porque no la reconoció. No te acuerdas de mi Mario
verdad, soy Leticia con quien te reuniste en el centro comercial y este hizo
memoria durante varios minutos hasta recordarla. Cierto Leticia no me había dado
cuenta de ti, vieras con la fiesta en mi casa no tengo cabeza para nada y dime cómo
has estado desde que nos vimos.
Sabes no me he podido sacar
de la mente el encuentro de nosotros, pensaras que soy una tonta por ilusionarme
para es la verdad. Al contrario eres una chica muy hermosa, divertida,
inteligente, buena onda y sobre todo tienes un carisma pero eso lo sabias ya. Bajemos
abajo para continuar con la fiesta porque tengo que vigilar, me harías el favor
de acompañarme y ser mi invitada especial de la noche. La fiesta tuvo cerca de
1000 personas que asistieron pero apenas la diversión acabo todos se marcharon
y quedo solo nuevamente, sin embargo Leticia se quedó a hacer le compañía porque
se estaba enamorando de él. Mario le agradeció infinitamente su amabilidad con él,
no siquiera sus amigos lo hacían por su amistad y Leticia lo hizo con mucho
gusto solo por no dejarlo a solas.
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