UNA AVENTURA FUERA DE ESTE MUNDO


La existencia de mundos paralelos al nuestro es un tema controversial, quienes afirman tener datos sobre ellos y poseer conocimientos de la vida que allí habita. La comunidad científica alrededor del mundo tiende a calificarlos de locos, poniendo en duda todas la pruebas que tengan y los ridiculizan frente a la sociedad. Nosotros habitamos en un plano de muchos que pasan pegados separados solo por una barrera, hagamos de cuenta que es un arcoíris y cada color es un mundo distinto. Todos ellos habitados por seres distintos con formas humanoides con poderes y habilidades muy superiores a las humanas.

Pablo un chico de 12 años creía en la existencia de los duendes, Nicolás vivía en Irlanda un país cuyas tradiciones creían existencia de estos seres y cuya fama de dar suerte a las personas era conocida por todos. Los tréboles de 4 hojas servían también para el mismo fin y el oro de los duendes, creían que todos los duendes tenían una olla llena de oro. Si tenías la oportunidad de encontrar uno, este debía llevarte con su oro y se volvía tu esclavo para toda la vida, aunque se podían escapar por medio de engaños.

La familia de Nicolás tenía una casa cerca de los límites de la ciudad, allí sobrevivían cuidando ovejas y vacas, solo contaban con lo suficiente para ellos tres. No se podían dar el lujo de tener una boca más para alimentar, aun así eran personas sencillas y buenas, su naturaleza los hacia compartido con las personas. Nicolás estaba ayudando durante la tarde a pasear las ovejas en el campo, el clima había estado muy cambiante desde hace días y la suerte pareció abandonarlos porque una tormenta se dejó venir sobre ellos.

Tuvieron que buscar refugio en el campo más específicamente en una cueva, el lugar no era muy acogedor que digamos pero servía y no pensaron dos veces para meterse en ella. Mientras pasaba la tormenta el chico se adentró un poco en la cueva, descubrió lo que parecía ser una entrada tras una roca. Afuera estaba lloviendo pero ahí dentro se podía apreciar una luz brillante, su curiosidad había despertado en él. Estaba decidido a explorar dicha entrada pero su padre lo llamo, el clima se componía y debían aprovechar la oportunidad para irse a casa porque se haría de noche.

Padre: hijo ven aquí la tormenta está disminuyendo

Nicolás: si papa ya voy

Padre: date prisa no quieres quedarte a dormir aquí

Nicolás: papa pero nos mojaremos

Padre: solo uno poco hijo

Nicolás: está bien papa tu ganas

Padre: prepara las ovejas nos vamos enseguida su hijo

Nicolás no tuvo otra opción más que obedecer a su padre, preparo las ovejas para partir del lugar y olvidarse temporalmente de su hallazgo temporalmente. Mañana sería un nuevo día para intentarlo con más calma, ahora se limitó a ayudarlo con las ovejas porque su mama seguramente estaba preocupada y el camino aún era largo por recorrer. Había días que le encantaba disfrutar de la naturaleza, sentir el aire rozar su cara, tirarse en los pastizales, nadar en el agua del rio cercano y salir de pesca.

Aunque otros deseaba vivir en la ciudad para tener todos los beneficios, además podría asistir a la escuela porque estaría más cerca de ella y tendría muchos amigos para jugar. Después de casi media finalmente llegaron a su casa, Andrea estaba esperándolos en la puerta de su casa y estaba feliz de que llegaran a salvo.

Andrea: ya están aquí pasan rápido están empapados

Gerardo: si esposa ya llegamos vieras nos agarró la tormenta en el camino

Nicolás: casi nos quedamos atrapados en una cueva

Andrea: porque dices eso?

Nicolás: pensé que no se quitaría

Gerardo: si no te llamo seguiríamos allá

Andrea: de que hablan?

Nicolás: creí haber visto algo en la cueva

Gerardo: cómo pudiste haber visto si apenas había claridad

Nicolás: es verdad

Andrea: no se pelean mejor vamos a cenar

Gerardo: que hiciste mi vida?

Andrea: tu platillo favorito estofado de pollo con verduras

Gerardo: que rico mi vida por eso me case contigo

Andrea: me gusta consentirte esposo mío

Gerardo: no cabe duda me saque la lotería

La familia se dispuso a cenar junta mientras la tormenta afuera movía los arboles de un lado hacia otro, los truenos y rayos se escuchaban a los alrededores hasta un radio de 5 kilómetros. Nicolás no podía dejar de pensar en su descubrimiento, la entrada misteriosa hasta donde llegaría y lo más importante quien la habría hecho. Sus padres conversaban sobre sus pendientes para el siguiente día, luego de haber disfrutado una rica comida y convivido un rato entre ellos. Nicolás se fue a su habitación para descansar porque debía levantarse temprano, se quitó su ropa, los zapatos y se acostó en su cama. Durante la noche la lluvia causo varios estragos en el bosque cercano, árboles caídos y uno que otro quemados por rayos.

Los primeros rayos de sol salían de las montañas, las aves del bosque entonaban su canto dando la bienvenida al nuevo día y los animales salían de sus refugios.  La madre de Nicolás se levantó primera para hacer el desayuno, le hablo a su hijo para despertarlo porque se le hacía tarde y su esposo comió algo ligero antes de trasquilar a las ovejas pues tenían mucha lana. Cuando Nico se despertó sus padres estaban bastante ocupados, acudió con su mama para desayunar y saludarlos antes de iniciar su trabajo con su padre.

Nico: buenos días mama!

Madre: buenos días hijo!

Nico: mama ya está listo el desayuno

Madre: si hijo ahora date prisa en comer

Nico: si mama y papa?

Madre: esta con las ovejas

Nico: que está haciendo allí?

Madre: trasquilando las ovejas para vender la lana

Ella le cocino su comida favorita con huevos estrellados, carne asada, café, ensalada de lechuga con tomate, queso de cabra y puré de papas. Se sentó en la mesa a comer pero le pidió a su madre que lo acompañara, ella sirvió el plato de su hijo primero y luego sirvió el suyo. Ambos disfrutaron de la compañía del otro mientras comían sus alimentos, Nicolás había planeado escaparse un rato para continuar explorando la cueva y descubrir el lugar más allá de la misteriosa entrada. Cuando termino se levantó de la mesa, recogió sus trastes sucios y le dio las gracias por una rica comida y se dispuso a ayudar a su padre con el trabajo, este llevaba la mitad del trabajo.

Uno sujetaba las ovejas para que el otro pudiera retirar el exceso de lana, así el trabajo sería más sencillo de realizar y sus esfuerzos pronto darían frutos. Hijo ahora que terminamos puedes llevarlas de paseo al campo, le dijo a su hijo.

Nicolás: si papa no te preocupes

Padre: las dejo en tus manos hijo más tarde te alcanzo allá

Nicolás: saldrás a la ciudad?

Padre: solo tengo unos pendientes pero me las arreglare solo

Nicolás: está bien nos vemos

Se marchó con las ovejas para llevarlas a pastar donde siempre las dejaba, caminaba con apuración de llegar a dicho lugar y así más pronto terminaría con el misterio. Era un día realmente precioso para salir, sentir la brisa de aire recorrer tu cara, aspirar el aroma las flores, sentarse bajo la sombra de un árbol y olvidarse de los problemas. Camino durante aproximadamente media hora hasta su destino, dejo a las ovejas comiendo en el pastizal y el salió despavorido del lugar para la cueva. Miro para ambos lados para asegurarse de que nadie lo siguiera, antes de escabullirse dentro en busca de la entrada secreta y viendo ningún peligro entro en ella.

Avanzo unos metros pisando cuidadosamente porque la luz allí era escasa, no tenía intención de lastimarse o caer por estar demasiado emocionado. Solo transcurrieron cinco minutos antes de creer haber encontrado la entrada, casi tropezó con una roca para quitarla de ahí y una luz salía conforme la movía, sin duda alguna estaba sitio adecuado. Es ahora o nunca para ver mi hallazgo quizás no tenga otra oportunidad a solas en gran tiempo, se decía así mismo y armándose de todo su valor descendió arrastrándose sobre el suelo y apoyado en sus codos.

Le costaba avanzar por el reducido espacio pero no se daría por vencido tan fácil, había venido de tan lejos como para no seguir y acabar con todo ese mismo día. La luz se volvía más brillante con cada metro ganado, lo extraño fue la corriente de aire fresco que pensó haber sentido y eso no lo creía posible pro solo significa una cosa. Estoy cerca de la salida de este inusual pero fascinante escondite, finalmente pudo salir de la caverna y se encontró un lugar muy diferente de lo imaginado. Mientras que afuera la temperatura es cálida, allí el lugar tenía un clima templado con frías corrientes de aire, los animales eran diferentes no solo en forma si no en tamaño y colores.

Había conejos de tamaño familiar, orejas largas, grandes dientes, hocico corto y patas pequeñas, todo era un disparate por decirlo así. Los elefantes pequeños como la palma de una mano, tenían cuernos en la cabeza, una trompa más grande y orejas elevadas. Las aves no volaban si no que arrastraban por el suelos, los peces flotaban sobre la superficie del agua y los animales de devoran unos a otros cuando se descuidaban. Las serpientes tenían alas para volar, las ardillas hacían hoyos en el suelo, los insectos se hicieron gigantes, el cielo era amarillo, las nubes naranjas y el agua tenía un ligero tono color verde.

La gravedad parecía no afectar mucho a los habitantes de ahí, pues se movían libremente como si no les molestara y Nicolás sufría por apenas dar un paso. Quien rayos se le habrá ocurrido crear un mudo así, me siento en una película donde las cosa pierden su sentido y lo imposible parece ser una realidad, nada pareciera cambiar conforme el tiempo pasa. Calculo haber permanecido por media hora pero el paisaje no cambiaba, aunque no había visto hasta ahora a ninguna personas y las casas parecían no existir. Tengo que seguir para ver si alguien aquí me puede decir cómo se llama el lugar, seguro encontrare algo más adelante y las personas no pueden estar lejos.

Cuando les cuente a mis padres no podrán creer mi hallazgo, continuo caminando hasta llegar a lo que creyó eran casas y empezó a gritar con la esperanza de que alguien lo escuchara.

Nicolás: holaaaaaaaaaa! Holaaaaaaaaaaa! Me pueden oír estoy perdido

Paso varios minutos gritando hasta que canso de hacerlo, está a punto de desistir de sus intentos e irse con las manos vacías del lugar. En ese momento se apareció un extraño hombre de baja estatura, con barca, vestido ropa color verde y amarillo, con un garrote y sombrero verde con negro.

Hombre: quien está gritando tan fuerte, acaso no puedo tener un momento de paz

Nicolás: cuál es su nombre?

Hombre: pero que irrespetuoso eres humano no tienes modales

Nicolás: que es este lugar?

Hombre: por qué haces muchas preguntas

Nicolás: solo es curiosidad no había visto nada igual

Hombre: primero dime tu nombre

Nicolás: mi nombre es Nicolás pero puede llamarme Nico

Hombre: yo soy un duende chico  

Nicolás: siempre había querido ver uno

Hombre: hoy es tu día de suerte Nico

Nicolás: puedo hacerte una pregunta?

Hombre: dime Nico

Nicolás: todo aquí parece sacado de una película, no estamos en el mundo real

Hombre: si te refieres al mundo humano pues no lo es

Nicolás: como regresare con mi familia

Hombre: por donde llegaste

Nicolás: donde están los demás?

Hombre: me temo que soy el último de mi especie

Nicolás: eso es muy triste

Hombre: este lugar solía estar lleno de hermanos pero todo cambio, cuando hace siglos un cazador de tesoros tuvo un encuentro con uno de mi especie. Ese hombre resulto se codicioso y sin escrúpulos, esparció el rumor de que todos nosotros teníamos hoyas llenas de oro y podíamos otorgarles suerte si nos capturaban. La gente comenzó una búsqueda insaciable de poder, nuestra especie fue diezmada rápidamente y muchos perecieron tratando de huir.

Nicolás: debes sentirte muy solo

Hombre: si lo estoy a veces solo desearía desaparecer en el viento

Nicolás: pero ustedes tienen magia

Hombre: no siempre podíamos usarla sin el bastón

Nicolás: porque?

Hombre: sirve como un conducto para nuestra magia

Nicolás: a ver si entendí sin su bastón no pueden invocar sus poderes

Hombre: eso es correcto

Nicolás: puedo hacer por ti

Hombre: ya lo has hecho tiene mucho tiempo que no hablaba con nadie

Nicolás: me gustaría escuchar todas tus aventuras

Hombre: tengo 930 años de vida durante mi juventud viaje por todo el mundo, otorgando suerte a las personas y haciendo travesuras de vez en cuando. Italia, Francia, Noruega, Argentina, Japón, México, Ecuador, Dinamarca, etc. Son algunos de los países que visite en mi juventud, conocí infinidad de personas de todas las culturas y razas que nunca podrías imaginar.

Nicolás: me contaría una de sus historias ahora

Hombre: esto sucedió en mi primera salida hace 700 años, decidí embarcarme en un viaje hacia el lejano oriente con la intención de hallar mi destino y conocer los misterios del mundo. Yo joven era muy ingenuo pero dispuesto a correr riesgos a cuesta de mi propia vida, madurar rápidamente para ganar experiencia y mucha sabiduría sobre cuestiones de la vida. Allí me encontré con un chico cuya mala suerte lo hacía cometer muchos errores, aun así su constante determinación lo hacía reinventarse y siempre veía con optimismo su futuro.

Tuve que ayudarlo con su problema porque me identificaba con él, observe durante días sus pasos para actuar de manera correcta y correr algún riesgo para dañarlo. Aunque debo confesar que deje llevar por un impulso, casi le pudo costar su vida al chico todo por mi necedad y la culpa todavía me perseguí en la actualidad. Así aprendí a tener paciencia con cada nueva aventura aprendía importantes lecciones y ganaba amigos para toda la vida.

Nicolás: que paso con el chico?

Hombre: pude ayudarlo después de varios intentos

Nicolás: me alegro que hayas solucionado su problema

Hombre: lo visite varias veces más durante su vida mortal, sé que hizo una gran fortuna con sus ideas y formo una bonita familia.

Nicolás: suena a un final feliz quisiera seguir escuchando mas pero se me hace tarde para regresar a casa.

Hombre: si quieres puedes volver con gusto te recibiré

Nicolás: lo haré amigo

Él se marchó del lugar para contarles a sus padres de su amigo nuevo, antes se despidió del duende con un apretón de manos y la intención de volver otro día con más calma. Regreso sobre sus pasos tal cual le había dicho en un principio, afuera en el mundo real apenas se encontró a su padre y le contó su aventura con el duende. Sin embargo no creyó ninguna palabra de su hijo, le dijo que debían darse prisa para regresar o se repetiría el suceso de ayer, aunque por suerte no llovió esa tarde.

También le contó la historia a su mama pero igual se negó a creer en los hechos, intento todo para hacerles ver que estaban equivocados y probarles su error. Aunque no los hizo cambiar de opinión consciente de ello se rendido, aun así continuo visitando a su amigo todos los días hasta que desapareció y nunca más supo de su paradero. Aprendió mucho sobre culturas de todo el mundo, compartió muchas experiencias e hizo más fácil de llevar la vida de un pobre viejo duende. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario