LA DAMA DE BLANCO


Son espíritus que murieron tras haber experimentado una muerte violenta, atrapados entre dos mundos sin poder liberarse de la culpa y condenados a deambular sin descanso por toda la eternidad. Almas torturadas que tienden a repetir su muerte, existen relatos de muertes tan brutales como para permanecer en la memoria de muchos y personas que tuvieron la mala suerte de presenciar sus apariciones. Los casas abandonadas son perfectas para este tipo de cosas, debes ser realmente valiente si quieres salir de algo así y apreciar la oportunidad que se te da raras veces en la vida. Experimentar un fenómeno de este tipo puede cambiar tu percepción de la realidad, algunas simplemente ignoraran el suceso presenciado omitiéndolo y llegaran a pasarlo por alto sin darle la importancia que merece.

Cuenta la leyenda en la afueras de un remoto pueblo una casa misteriosa, cuyos habitantes se esfumaron de la moche a la mañana y la causa sigue sin aclararse tras no encontrar los cadáveres. Valiente trataron de aventurarse entre sus paredes para descubrir el secreto, décadas atrás una amorosa familia de 6 integrantes vivía pacíficamente y llenaba la morada de interminables risas de los hijos con chistes. Cualquiera envidiaba la felicidad que poseían con solo verlos sonreír, teniendo insuficientes recursos para sobrevivir y la escasez de alimentos haciéndose más cruda con el tiempo. Las familias optaban deshacerse del poco dinero que poseían, el suelo no rendía con lo hacía en el pasado proveía comida suficiente y muchos terminaron marchándose a lugares con esperanzas de mejorar.

Curiosamente ellos nunca se quejaban de la situación económica, parecían no tener problemas como los demás pensaban y todo cambia hasta una mañana donde simplemente se esfumaron. Los rumores no se hicieron esperar con respecto a su paradero, algunos tan descabellados afirmaban ver una sombra cruzar en las habitaciones y hablaban de un ser sobrenatural que se apodero de la vivienda. Tal vez hicieron un pacto con un demonio para tener riqueza infinita, eso solo dejaría una posibilidad solucionando el misterio y acabando los rumores sin fundamento esparcidos por años. Desafortunadamente la terrible realidad era mucho peor a esto, lograron encontrar la ropa usada por ellos sin haberla usado y ninguna muestra de pelea descartaba un robo armado.

La policía no tenía prioridad con pocos hombres no le importaba, hicieron a un lado el asunto estancándolo al fondo del cajón y enterrando los expedientes originales del caso en el olvido junto a otros. Jeremy se adentró a la propiedad en busca de objetos valiosos, esperando la oscuridad para hacerlo sin testigos presentes y rompiendo el cristal de la primera ventana que se cruzó. Buscando en cada rincón objetos valiosos en los muebles carcomidos, la humedad empezó a hacerles estragos a la madera fina antigua y cientos de ratas ocultas en las paredes ocultas habitándola. Durante horas trato de encontrar algo lo suficiente caro para robarlo, sin embargo algunos golpes llamaron su atención y completamente confiado subió a la planta superior dispuesto a solucionarlo.

Sin embargo el ambiente se tornaba tenso como película de terror, literalmente su piel comenzaba a erizarse con el miedo y los nervios le estaban jugado pasadas en el ascenso. Muchísimo polvo en los muebles hacia ver más vieja la casa, algunas fotos familiares colgadas en las paredes agrietadas y juguetes esparcidos seguramente por animales salvajes. Un horrible grito casi logra dejarlo sordo pero lo hizo tropezar, claramente no podía haber otra persona sin haberla notado en la entrada y se negaba a largarse con las manos vacías tras haber llegado lejos. Detenido en el barandal de las escaleras un espectro se le acerco, fácilmente podía ver a través de ella sin problemas y extrañamente le preguntaba el motivo de la visita a su humilde morada. Muerto de miedo veía como levitaba frente a el curiosamente no le hizo nada, la luz de la luna llena entraba en diversos ángulos por las ventanas y sus piernas le temblaba sin poder responderle para correr.

Ella acercaba una mano queriendo tocarlo como si pidiera ayuda, Jeremy decía es mi imaginación haciéndome una mala jugada y solo cerrare los ojos fuerte haciéndola desaparecer. Varias veces inútilmente trato de hacerlo sin conseguir nada, su paciencia desaparecía cambiando la expresión del rostro porque no obtenía una respuesta y un color rojo brillante pintaba sus ojos haciéndolo sentir terror. Miles de arañas caminaban directamente a su posición donde yacía inmóvil, cuervos querían entrar picando las ventanas con los picos y más gritos resonaban en toda la casa entrando en pánico. 4 niños de diferentes edades vestidos elegantes como si fueran a una fiesta, lo invitaban a quedarse con ellos porque sentían soledad y alzando los brazos cientos de juguetes caían sobre su persona indefensa.

Mujer: mocoso insolente nunca debiste haber entrado aquí

Niños: acompáñanos a jugar mira tenemos invitados sorpresa

Mujer: sufrirás un destino peor a los otros intrusos

Niños: déjalo que se quede con nosotros para jugar siempre los matas

Mujer: me dejo llevar por la ira del momento es más difícil retenerlos así

Niños: vengas amigos a hacernos a festejar a este chico

Mujer: niños déjenlo tiene suficientes juguetes esperándolos

Niños: mama nos hace falta otro invitado

Mujer: tengo un destino mejor para el

Niños: no seas mala su final no será diferente

Mujer: solo jueguen unos días con el

Los misteriosos amigos hacían visible su presencia en las escaleras, cuerpos de chicos totalmente dañados por años de tortura y semidesnudos con los ojos salidos se movían como brujería. La piel se agrieto oscureciéndose asustándolo a un grado de desmayarse, sus dientes cambiaron a un tono amarillo hasta caerse en el proceso y las extremidades dañadas haciendo verlos como muertos en vida. Técnicamente hablaríamos de zombis sin voluntad propia controlados por energía, ella los mato despiadadamente aprisionándolos en el sótano de la casa y haciendo títeres para usarlos a su voluntad en sus caprichos. Jeremy fue arrastrado a un cuarto de la casa, sentado sobre una silla para jugar con los cadáveres de chicos torturados y sus hijos de una forma estruendosa con la primera tormenta asolando afuera. El inconsciente desconocía de la tortura que se sería sometido, este se encontraba en el país de los sueños con su familia y disfrutando de su compañía sin darse cuenta de nada. Un golpe en la pierna termino por causarle un dolor insoportable, quejándose despertó con grito ensordecedor que hizo eco en las paredes y los niños veían su cara de  angustia diciendo otra vez nos gustó.

La noche resultaría larga para el pobre chico que quiso descubrir la verdad, ahora enfrentaba la ira de los antiguos moradores del hogar y seguro acabaría como otro sirviente bajo el siniestro mando de estos. Solo tenía una alternativa un poco difícil si hallaba los cadáveres de ellos, quemarlos los huesos en vez de tratar de razonar con palabras y eso les daría paz eterna a sus espíritus atormentados queriendo salir de ahí. En vista de sus intenciones les propuso un juego para quitárselos de encima, igual seguía tratando con niños por eso las escondidas le daría tiempo de buscar y el tamaño de la casa significaba el mayor de los problemas que se puso en pie. Cojeando subía las escaleras apoyado en el viejo barandal de la misma, pensando en donde rayos los esconderían si personas entraron y nadie pudo encontrar evidencia verídica sobre si murieron o escaparon en secreto. Sus misteriosos acompañantes deambulan sin dirección fija, bastaba atravesar las paredes para estar en una habitación diferente y él tenía la desventaja de solo tener una pierna en buen estado.

Puerta tras puerta veía objetos de la familia como son juguetes, ropa, todo acomodado perfectamente y todas las recamaras no contenían nada sospecho, así que recordó unas palabras dichas muy frecuente dichas por la madre. Hijo si algún día llegas a perder recurre al último lugar y menos probable seguro ahí estará. El sótano sería el único lugar sin revisar en su recorrido por la casa, literalmente puso los cuartos patas arriba en su intento de localizarlos y la cocina hizo un desastre de utensilios tirados en el suelo. Los niños se impacientaban con los minutos transcurriendo, inquietos salieron de las paredes mirando en todo momento hacia el frente y su nuevo amigo de juegos no parecía verse en ningún rincón de la sala. La madre prefirió desaparecer en el aire esperando ellos se aburrieran pronto, metafóricamente moría por hacer pasarle el peor de los tormentos vivo y justo cuando las cosas estaban poniéndose más tensas noto una anormalidad. Si el padre murió en la casa junto a sus seres queridos, hasta el momento no tuvo acercamiento con el fantasma del hombre y se hacia la pregunta será que el responsable fue el de quitarles la vida.

Tres horribles horas de sufrimiento abrumador de parte los chicos, prácticamente acabaron sus nervios haciéndolo miedoso ante ruidos y existiendo plagas minúsculas ruñendo las paredes de yeso agrietadas. Cruzando un pasillo angosto a la cocina hallo una puerta cerrada, indudablemente debía ser la correcta después de conocer el resto y forzando el pasador una gran telaraña nublaba su visibilidad del interior. Encendió un fosforo de una caja la cual solía llevar en ocasiones de emergencia, tentando en el piso veía cuidadosamente ubicando algún trozo de madera o silla para hacer una antorcha porque temía bajar en la oscuridad indefenso. Temblando tuvo que bajas más escaleras declarándoles guerra mientras viva, jurando no volver a tener que usarles en la vida por su experiencia allí y lo siguiente termino haciéndolo caer de cabeza rodando una a una. El padre le pedía seguirlo prometiendo no dañarlo, siempre tuvo la esperanza de pedir ayuda a una persona valiente y decida sacarlo del tormento sometido durante años de su esposa.

Padre: mi esposa mato a mis hijos a sangre fría

Jeremy: la gente hablaba de su ausencia durante semanas

Padre: estoy condenado a ver como mata a jóvenes que entran aquí

Jeremy: personalmente dudo de tus palabras

Padre: allí podrás ver la prueba solo destrúyelos terminando la pesadilla

Jeremy: estas diciendo la verdad pero porque?

Padre: atrapados en la casa sufriremos la eternidad

Jeremy: yo quiero ayudarlos a librarse del problema d estar atados a ella

Padre: quémalos me encargare de distraerlos unos segundos

Jeremy: gracias te deberé una 

Padre: me estás haciendo un regalo enorme

Ella resulto ser la autora intelectual engañándolos a todos los asesino, arrastrando sus cuerpos hacia el sótano queriendo desaparecer la evidencia y el origen del atroz hecho cavando una fosa en la tierra. Sin embargo los otros tenían deseos de continuar su venganza, frustrando el intento se materializaron en la entrada con el padre y este conversaba mostrándoles su error de permanecer atorados ahí.

Niños: estas dispuesto a ver cómo somos eliminados

Padre: bien saben que el infierno que vivimos es un castigo muy duro

Madre: mentira solo nos divertimos un poco con los invitados

Padre: tú eres responsable del mal provocado a ellos

Niños: mama si nos quiero no como tú?...

Padre: recuerden quien acabo su vida en primer lugar sin tentarse el corazón

Madre: tú me obligaste a matarlos a cambio de no dejarme sola

Padre: creíste en los rumores del pueblo diciéndote que te engañaba

Madre: arrepentirse no servirá de nada
Padre: pero podemos finalizar nuestra estancia de dolor en la casa

Jeremy movía la tierra desesperado sacando a dos manos los huesos con ropa rota, amontonándolos en el centro del cuarto húmedo identifico combustible y bañando las extremidades hizo una fogata enorme que desintegraba las almas. Una pequeña sonrisa del padre relajaba su agitado corazón, suspirando aliviado caía exhausto pudiendo dormir luego de la noche aterradora y el sol coronaba su victoria que daría paso a una gran historia de la que fue afortunado de sobrevivir. 



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